domingo, 29 de abril de 2007

Muchas farmacias, pero escasos farmacéuticos en Bariloche


Muchas farmacias, pero escasos farmacéuticos en Bariloche

El gremio dice que hay 50, la mayoría sin profesionales. Advierten falta de control y riesgo para los usuarios.

Muchas farmacias son atendidas por empleados comunes, sin formación, dice el gremio.

Muchas farmacias son atendidas por empleados comunes, sin formación, dice el gremio.
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SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El crecimiento del rubro farmacias en esta ciudad multiplicó los incumplimientos a la normativa que regula la actividad, según denunció el delegado local del Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos, Aldo Neñer.

El dirigente gremial dijo que en Bariloche existen hoy unas 50 farmacias y "la mayoría" no tiene un farmacéutico a cargo en forma permanente, como obliga la ley.

Dijo también que los controles del ministerio de Salud provincial "son flojos" y permiten que algunos comercios expendedores de medicamentos "estén en manos de gente que no tiene ni idea".

Según Neñer, el servicio que debe prestar una farmacia (y que hoy está distorsionado) no se agota en la venta de un remedio sino que también incluye un asesoramiento si el cliente lo solicita.

"Hoy en muchos casos la pregunta la recibe un empleado cualquiera o el dueño de la farmacia, que no tienen formación profesional pero asesoran igual", explicó. También dijo que los centros de salud y sanatorios privados cometen transgresiones similares "porque compran de forma directa a las droguerías y no tienen un farmacéutico que suministre los medicamentos". Sobre este punto Neñer reconoció que "los laboratorios tampoco hacen cumplir las normas", porque los pedidos de mercadería "deben estar firmados por un farmacéutico".

El sindicato se diferenció del Colegio de Farmacéuticos "porque ellos actúan en realidad como una entidad de dueños de farmacias e incluso participa gente que tiene farmacia pero no tiene título".

Según Neñer, lo que busca el empresario al suprimir el farmacéutico "es un ahorro", porque según el Convenio de Trabajo le debe paga un sueldo de 2.300 pesos, mientras que un empleado común que puede atender el mostrador cobra sólo 1.400. Dijo que "el problema no es sólo que no le dan trabajo a los farmacéuticos sino el riesgo que está corriendo la población".

Desde hace algunos meses la organización gremial reitera sus quejas por la falta de controles. Neñer señaló que "en Bariloche el problema es que no hay una delegación fiscalizadora de Salud Pública provincial".

Este diario buscó respuestas en Viedma, donde el responsable del Departamento de Drogas y Medicamentos del ministerio de Salud, Daniel Blanco, se limitó a decir que "el sindicato debería realizar una denuncia formal y por escrito y hasta ahora no lo hizo". Consultado acerca de la frecuencia de las inspecciones y de las irregularidades encontradas, Blanco dijo que no podía contestar por vía telefónica.