jueves, 17 de abril de 2008

Pardo pide mayor fiscalización provincial

Pardo pide mayor fiscalización provincial
de la actividad de las farmacias en Bariloche

En los últimos años las farmacias en todo el territorio nacional han sufrido modificaciones notables en su forma de actuación y el farmacéutico se ha tenido que adaptar a los cambios surgidos. Ya no es más el boticario que realizaba las preparaciones en su farmacia, sino que se transformó en un trabajador jerarquizado en relación de dependencia, también en un comunicador de los efectos de los medicamentos, dispensando y resolviendo consultas de la población.

farmacias Desde el Concejo quieren fiscalizar a las farmacias.

El concejal del PPR (Partido provincial Rionegrino) Daniel Pardo, presentó un proyecto de comunicación, que pretende expresar al Ministerio de Salud de la Provincia de Río Negro la preocupación del Concejo Municipal, en relación a la necesidad de un adecuado control de la actividad farmacéutica en dicha ciudad; en particular, a fin de fiscalizar la efectiva presencia en las farmacias de personas profesionales de la actividad.

La iniciativa propone entonces, solicitar al Ministerio que informe, al cuerpo legislativo, qué acciones realiza a fin de fiscalizar la actividad farmacéutica en dicha ciudad; y en particular, qué tareas realiza para comprobar la efectiva presencia en las farmacias de personas profesionales de la actividad.

Al mismo tiempo, se le solicitará que informe las medidas que decidiera adoptar en virtud de la preocupación a que refiere el proyecto.

Pardo considera que actualmente la atención farmacéutica es de suma importancia ya que, a partir de la ley de prescripción por genéricos, el papel del farmacéutico en la sustitución de marcas por monodrogas equivalentes resultó clave para el éxito de la política nacional y provincial de medicamentos, y también para que la población acceda masivamente a los remedios y para que la farmacia recupere su papel de centro de atención primaria de salud.

El edil sostiene que “el Delegado en Río Negro del Sindicato Argentino de Farmacéuticos, expresa su preocupación por la falta de fiscalización de la actividad. En particular, señala que el órgano que tiene que ejercer el control es El Ministerio de Salud Pública de Río Negro, que funciona en Viedma, no tiene delegación en Bariloche”.

“Esta falta de presencia del organismo de contralor crea una desprotección, ya que los controles son esporádicos y poco frecuentes. El delegado, sostiene que existe una difícil comunicación con el Ministerio que se encuentra en Viedma, ya que estos temas fueron y son consultados permanentemente con el sindicato, aunque ha obtenido respuestas telefónicas, se les hace muy difícil venir a Bariloche”, argumenta en el proyecto.

Según Pardo, desde ese gremio se manifiesta que la insuficiente fiscalización provoca algunas irregularidades como: el hecho de que el farmacéutico no se encuentre en el establecimiento, incumpliendo la norma legal vigente y ocupando su rol otra persona, que no posee idoneidad suficiente.

Que los empresarios no farmacéuticos se asocien para habilitar la farmacia con farmacéuticos, en una Sociedad en Comandita Simple (SCS) como establece la ley 17565/67, pero con mínima participación accionaria (1 a 3%).

“Esto hace que, en la práctica, las personas farmacéuticas así vinculadas se transformen, en realidad, en un equivalente de trabajadores y trabajadoras en negro, sin ningún derecho laboral reconocido”, cree el concejal.

Otra realidad existente, es que farmacéuticos con verdadera vocación se encuentran sin trabajo, ya que se ocupan lugares de manera “virtual”, vedando puestos de trabajo. “Esta situación se agrava debido a que los farmacéuticos suelen desconocer los riesgos que corren al ser miembros de una SCS en los términos señalados”, agrega Pardo.

“La necesidad de control efectivo de la actividad farmacéutica, por estos motivos, resulta esencial. Lo contrario, compromete el efectivo goce del derecho fundamental de cada persona habitante de nuestra ciudad, al goce del más alto nivel posible de salud”, concluyó.

La realidad

En los últimos años las farmacias en todo el territorio nacional han sufrido modificaciones notables en su forma de actuación y el farmacéutico se ha tenido que adaptar a los cambios surgidos. Ya no es más el boticario que realizaba las preparaciones en su farmacia, sino que se transformó en un trabajador jerarquizado en relación de dependencia, también en un comunicador de los efectos de los medicamentos, dispensando y resolviendo consultas de la población.

Es el farmacéutico un profesional que no solo cumple un rol social importante, sino que también resguarda la salud pública en un ámbito privado que es donde ejerce su profesión.

El medicamento es un bien social, su utilización necesita del consejo y el seguimiento profesional.

A saber sobre las farmacias

De acuerdo al Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, el contenido normativo del derecho abarca, como uno de sus elementos esenciales, la calidad de los bienes y servicios de salud, lo que incluye a los medicamentos y a la actividad farmacéutica. El mismo órgano señala, entre los deberes estatales, el de proteger el derecho a la salud.

En este sentido, el Estado debe, entre otras medidas, “controlar la comercialización de equipo médico y medicamentos por terceros” (Cfr. Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas, El derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud, Observación General No. 14, 22º período de sesiones, 25 de abril a 12 de mayo de 2000, párrs. 12 y 35).

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